COMUNICADO URGENTE / PRONADIS

Montevideo, 28 de Abril de 2020.


En el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social habemos un grupo de 17 técnicas/o que estamos tercerizadas/o. Trabajamos en el marco de un convenio entre una Organización de la sociedad civil (Fundación Braille del Uruguay, ubicada en Germán Barbato y Mercedes) y el MIDES, específicamente para el Programa Nacional de Discapacidad
(PRONADIS), en todo el territorio nacional desde agosto de 2019, con contrato por un año.


Brindamos rehabilitación básica para personas en situación de discapacidad Visual (ciegas y con baja visión) tanto en Montevideo como en el interior del país. La rehabilitación consiste en enseñar técnicas y brindar herramientas, que permiten que la persona con discapacidad
visual se desempeñe en la forma más autónoma posible, en su vida cotidiana. En el caso de Montevideo, la rehabilitación se realiza en la sede del CNDV, que se encuentra en Camino Maldonado 4745. En el caso del interior, la misma se desarrolla en el domicilio de los usuarios y su entorno cotidiano.

Quienes trabajamos en el interior del país, en su mayoría también realizamos las gestiones de ayudas técnicas y otras prestaciones para esta población especialmente vulnerable, así como las derivaciones pertinentes, tanto a la interna de PRONADIS, así como a otros programas.

En lo que va de la emergencia sanitaria, varias compañeras se encuentran realizando tareas de apoyo en las oficinas territoriales del MIDES ubicadas en todo el país, así como también acompañamiento y gestiones que, en el contexto actual, no solamente refieren a las ayudas técnicas sino también a solicitudes de canasta de alimentos. Estos apoyos, en algunos casos se están realizando de manera presencial y en otros desde nuestros domicilios bajo la modalidad del teletrabajo, ya que algunas de nosotras no trabajamos en el mismo departamento en el que vivimos. Trabajamos con esta modalidad utilizando nuestros propios recursos: celular, teléfono fijo, computadora personal, internet, energía
eléctrica, etc.

Obviamente, la situación atípica en la que nos encontramos, implicó una adaptación de la tarea. Hoy, a 28 días del mes de abril, aún no hemos cobrado nuestro salario de marzo y seguimos trabajando a pesar de ello. No tenemos ningún tipo de garantía de que esto no vuelva a suceder, así como tampoco se nos da respuesta de si vamos a cobrar algún tipo de interés compensatorio por el atraso.

Bajo esta modalidad de trabajo a distancia, se está prestando asesoramiento y contención a las personas que se encuentran en rehabilitación, a través de distintas vías de comunicación: grupos de whatsapp de personas en rehabilitación y llamados telefónicos tanto a celular como a teléfono fijo. Además, hemos elaborado materiales con recomendaciones ante la emergencia sanitaria, específicamente para personas en situación de discapacidad, como iniciativa de las propias trabajadoras a la coordinación, ya que desde la dirección de PRONADIS se nos solicita que propongamos ideas y cumplamos con la carga horaria asignada al rol, como corresponde. Esto responde a una necesidad ante la falta de protocolos y recomendaciones realizadas con formatos que sigan las pautas
de accesibilidad universal.

El día 30 de marzo, la FBU nos comunica, por medio de un correo electrónico que (sic): “por razones TOTALMENTE ajenas a la FBU, por motivos relacionados, por un lado con todos los cambios que ha habido en el MIDES por la asunción de las nuevas autoridades, y por otro lado por la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo, desde el
MIDES nos informan que ha habido un atraso en el cobro de la Partida Presupuestaria destinada al pago de los sueldos de Marzo”. A partir de ese momento comienzan a enviar correos electrónicos con una frecuencia semanal, aproximadamente, en los cuales reiteran que la situación segue incambiada y deslindándose de toda responsabilidad.

A su vez, desde el Mides nos dijeron, en forma telefónica, que el trámite que habilita el pago de esta partida, estaba detenido en el Ministerio de Economía y Finanzas, ya que allí «solamente se le está dando prioridad a todo lo relacionado con el coronavirus».

Somos 17 trabajadoras/or en esta situación, casi todas han mantenido perfil bajo, ya que temen que nos rescindan el contrato antes del plazo de finalización del mismo, o que no sea renovado una vez cumplido éste.

No trabajamos únicamente en la emergencia sanitaria, sino atendiendo a un sector vulnerable, también a causa de dicha emergencia. Con esta población existe un debe histórico, ya que antes de nuestro ingreso, las personas ciegas y con baja visión de casi todo el país, debían trasladarse a Montevideo para acceder al servicio de rehabilitación.
Es importante señalar que, si bien nuestro ingreso se dio a mediados de agosto de 2019, este convenio era algo que se venía gestando desde el año 2016. En ese año, el Mides lanza un llamado público abierto para la formación de recursos humanos en rehabilitación básica. Capacitación que fue financiada por éste Ministerio y que por lo tanto fue con el dinero de todas y todos las uruguayas y los uruguayos que esto pudo ser posible. Recursos humanos que, de no renovarse el convenio, dejaría sin el servicio de rehabilitación a un sector de la población vulnerable.

Estamos siendo vulneradas en nuestros derechos como trabajadoras al no cobrar nuestros haberes y sin señales claras de que esto tenga pronta resolución y de que no vuelva a suceder.

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